No os he contado que tengo un secreto guardado. Bueno, para quien me conoce bien, no es un secreto. Mis niñas, mis nancys. Desde hace un par de años, me encapriche con las muñecas Nancy de toda la vida, esas que ya han cumplido los 40, vamos, como yo. Cuando yo era pequeña, como casi todas las niñas de esa época, tenía una Nancy, pero por circunstancias de la vida, me desapareció. Hace dos años, por casualidad, volví a encontrarla, en casa de una prima. Tanta fue mi alegría que quise darla una hermanita, para que no se sintiera sola, y ya tiene 29 hermanitas, todas Nancys, de los años, 70, 80 y 90. Sigo como loca buscando más, la familia tiene que seguir creciendo. Cada vez que consigo una, es una ilusión tremenda, cuanto peor este, más deteriorada más satisfacción siento cuando la veo arregladita, vestidita y peinada. Son preciosas, a que opináis lo mismo que yo....
P.D. si teneis alguna, en esos armarios de la casa del pueblo, abandonada, pueden ser muy felices en la familia de mis niñas.
1 comentario:
Estoy de acuerdo... tienes que ir pensando en hacer una exposición con tus niñas... más de una se quedará con la boca abierta con los tesoros que has ido consiguiendo en este tiempo.
Besos.
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